lunes, 16 de noviembre de 2009

LOS NIÑOS Y LA TELEVISIÒN




El mirar televisión es uno de los pasatiempos más importantes y de mayor influencia en la vida de niños y adolescentes. Los niños en los Estados Unidos miran la televisión durante un promedio de tres a cuatro horas al día. Para el momento en que se gradúan de la escuela secundaria habrán pasado más tiempo mirando televisión que en el salón de clase. Mientras la televisión puede entretener, informar y acompañar a los niños, también puede influenciarlos de manera indeseable.
El tiempo que se pasa frente al televisor es tiempo que se le resta a actividades importantes, tales como la lectura, el trabajo escolar, el juego, la interacción con la familia y el desarrollo social. Los niños también pueden aprender cosas en la televisión que son inapropiadas o incorrectas. Muchas veces no saben diferenciar entre la fantasía presentada en la televisión y la realidad. Están bajo la influencia de miles de anuncios comerciales que ven al año, muchos de los cuales son de bebidas alcohólicas, comidas malsanas (caramelos y cereales cubiertos de azúcar), comidas de preparación rápida y juguetes. Los niños que miran demasiada televisión están en mayor riesgo de:
Sacar malas notas en la escuela.
Leer menos libros.
Hacer menos ejercicio.
Estar en sobrepeso.
La violencia, la sexualidad, los estereotipos de raza y de género y el abuso de drogas y alcohol son temas comunes en los programas de televisión. Los jóvenes impresionables pueden asumir que lo que se ve en televisión es lo normal, es seguro y es aceptable. Por consecuencia, la televisión también expone a los niños a tipos de comportamiento y acititudes que pueden ser abrumadores y difíciles de comprender.
Los padres pueden ayudar a sus hijos a tener experiencias positivas con la televisión. Los padres deben de:
Mirar los programas con los hijos.
Escoger programas apropiados para el nivel de desarrollo del niño.
Poner límites a la cantidad de tiempo que pasan ante la televisión (a diario y por semana).
Apagar la televisión durante la horas delas comidas y del tiempo de estudio.
Apagar los programas que no les parezcanapropiados para su niño.
Además, los padres pueden hacer lo siguiente: no permitir a los niños mirar televisión por horas de corrido; al contrario, deben de seleccionar programas específicos para los niños. Seleccionen programas que sean adecuados para el nivel de desarrollo de su niño. Los programas de niños en la televisión pública son apropiados, pero las novelas, las comedias para adultos y los programas de conversación de adultos no lo son. Establezcan ciertos períodos cuando el televisor esté apagado. Las horas de estudio deben dedicarse al aprendizaje, no son para sentarse frente a la televisión mientras tratan de hacer la tarea. Las horas de las comidas son tiempo para conversar con otros miembros de la familia y no para mirar la televisión.
Estimule discusiones con sus hijos sobre lo que están viendo cuando están mirando un programa juntos. Señaleles el comportamiento positivo como la cooperación, la amistad y el interés por otros. Mientras están mirando, hágale conexiones con la historia, libros, lugares de interés y eventos personales. Hableles de sus valores personales y familiares y cómo se relacionan con lo que están viendo en el programa. Pidale a los niños que comparen lo que están viendo con eventos reales. Dejeles saber las verdaderas consecuencias de la violencia. Discuta con ellos el papel de la publicidad y su influencia en lo que se compra. Estimule a su niño para que se envuelva en pasatiempos, deportes y con amigos de su misma edad. Con la orientación apropiada, su hijo puede aprender a usar la televisión de una manera saludable y positiva.






TOMADO DE: http://www.educar.org/articulos/television.asp

miércoles, 11 de noviembre de 2009


MIEDO A LAS MATEMÀTICAS

Quienes sufren de ansiedad hacia la matemática creen que no son capaces de realizar actividades o asistir a clases que contengan matemática. Con frecuencia los estudiantes eligen su carrera basándose en cuánta matemática tiene.
Este no es un problema intelectual sino emocional, cuyas raíces son una enseñanza inadecuada de la matemática o experiencias negativas asociadas a ella (la mayoría ha tenido una experiencia humillante al ser llamado al pizarrón para resolver un problema).
Estas circunstancias pueden llevar al estudiante a creer que es de algún modo deficiente en sus capacidades matemáticas. Esta creencia conducirá a un pobre desempeño en pruebas y cursos en general, lo cual conducirá a confirmar esas creencias en su ineptitud.
Este fenómeno se conoce en psicología como la "profecía autocumplida". El resultado es un círculo vicioso, la ansiedad hacia la matemática obstaculiza el camino del aprendizaje, conduciendo a una disminución de la autoconfianza en la capacidad para resolver incluso aritmética simple.
Esta ansiedad es una respuesta aprendida, y no un reflejo de la verdadera capacidad matemática de la persona.
Estrategias útiles
Aprender y repasar aritmética básica
Frecuentemente los estudiantes con ansiedad matemática nunca han desarrollado una base verdaderamente sólida en aritmética básica. Puesto que la matemática es una disciplina donde los conceptos se construyen gradualmente a partir de conceptos más simples, los estudiantes que no han logrado una base firme en aritmética experimentarán dificultad en aprender matemática de nivel más alto.
Trabajar en crear una actitud positiva hacia la matemática
Volverse consciente de pensamientos o sentimientos irracionales relacionados con la matemática para reemplazarlos por otros más positivos y realistas.
Algunas creencias negativas con respecto a la matemática:
Las personas hábiles en matemática pueden resolver problemas mentalmente con rapidez.La rapidez en resolver problemas matemáticos no es importante siempre y cuando el estudiante pueda resolverlos. Hasta los profesores revisan sus problemas de ejemplo antes de enseñarlos en clase.
Algunas personas tienen una mente matemática y otras no.En realidad, la mayoría de las personas tiene mucho más potencial para la matemática de lo que cree.
Obtuve la respuesta correcta, pero lo hice de la forma equivocada.No hay una única forma de resolver un problema.
Estas creencias pueden inhibir la confianza en sí mismo de un estudiante, y por lo tanto interferir con su capacidad real para aprender.
Aprovechar mejor la clase y aprender técnicas de estudio
Sentarse adelante. De esta forma tendrás menos distracciones.
Preguntar. Si se te ocurre alguna pregunta, ¡hazla!. Si un estudiante tiene una pregunta, seguro que hay otros que tienen la misma pregunta pero no se animan a hacerla.
Leer el material antes de clase, hacer los deberes y resolver problemas. Las habilidades matemáticas se desarrollan mediante la práctica y la repetición.
Revisar el material de nuevo después de clases, para reforzar los nuevos conceptos aprendidos
.


sábado, 7 de noviembre de 2009

REPROBAR EL AÑO ESCOLAR




Reprobar el año escolar tiene un gran significado tanto para los padres como para los hijos. Los primeros pueden experimentar frustración porque ven defraudadas sus expectativas sobre el futuro de su hijo y los pone de cara a las posibles dificultades que esta situación puede evidenciar como problemas de rendimiento o de conducta. Por su parte, la mayoría de los niños y jóvenes reaccionan inicialmente con sentimientos de inconformidad, rabia, tristeza o temor. Para ambos puede implicar perder las ilusiones, el tiempo de trabajo, la energía, la inversión económica de los padres y no cumplir con las metas propuestas.
Aprobar o reprobar es una decisión difícil en la que deben estar involucrados los padres y el colegio. El impacto de la repetición puede ser distinto para cada niño dependiendo de muchos aspectos principalmente el que tiene que ver con las diferencias individuales. Muchos niños se benefician con el hecho de volver a cursar un grado, y los cambios, aunque dolorosos pueden reportar resultados positivos. Sin embargo, para otros la correlación es negativa ya que puede experimentarse como una fuerte sensación de fracaso lo que se traduciría muy seguramente en un menor desempeño.
Para los niños pequeños la mayoría de las veces esta decisión resulta beneficiosa, ya que la inmadurez es el motivo más frecuente por el cual no alcanzan los objetivos curriculares. El asunto, en este caso, es cuestión de tiempo y "quedarse repitiendo" es ganar en autoestima, confianza y seguridad en sí mismo. Cuando son adolescentes la situación es un poco mas difícil por que las relaciones sociales están mas estructuradas y no avanzar al año siguiente implica el alejamiento de su grupo de amigos que en ese momento es un referente de gran influencia. Sin embargo, muchas veces ellos mismos son conscientes que avanzar con ‘lagunas’ puede acarrearles más problemas en los años siguientes.
De cualquier forma, lo más importante es evaluar de manera precisa la situación particular con el propósito de comprender los factores que influyen en el aprendizaje exitoso. Perder el año no tiene que ser una tragedia familiar pero tampoco es un asunto que deba tomarse a la ligera.


LOS MOTIVOS
Las causas por las cuales el niño no está rindiendo deben ser valoradas antes de terminar el año. No es sensato atribuir en su totalidad a los niños o al colegio la responsabilidad por los fracasos académicos. Los padres y el colegio deben detectar dónde está el problema del bajo rendimiento.
Es importante evaluar los niveles de competencia del niño, el tipo de dificultades académicas que presenta o las faltas de disciplina. Si perdió varias áreas, si el tema es reiterativo o se presenta de manera aislada. Descartar dificultades de salud física. Cerciorarse si el niño oye, ve y percibe bien; si está bien alimentado, y en general, si tiene un buen estado de salud. También muchas dolencias físicas menores pueden disminuir temporalmente los lapsos de atención, la capacidad de análisis o la concentración.
La vida familiar, es otro aspecto fundamental a considerar. Muchos de los fracasos en el colegio tienen su origen en problemas en casa que no han sido manejados adecuadamente, como las peleas de los padres, la separación, los fracasos económicos, la enfermedad o la pérdida de un ser querido.
Otros factores como la escasez de recursos personales para el aprendizaje, una práctica inadecuada de hábitos de estudio, la falta de supervisión por parte de los adultos o un mal ambiente de trabajo en casa, pueden desmotivar al pequeño y bajar sus estándares de rendimiento. Igualmente, los cambios evolutivos como el arribo a la adolescencia, las dificultades de autoestima o los fracasos escolares repetidos, son variables que tienen un impacto negativo en el desempeño escolar.
Situaciones particulares dentro del medio escolar tales como peleas con los compañeros, desacuerdos con el profesor, criterios de evaluación demasiado estrictos, problemas de disciplina o de otra índole pueden también reflejarse en malas notas.

viernes, 6 de noviembre de 2009


EL POR QUÉ DE LAS TIC EN LA EDUCACIÓN


Generalmente se habla de la incorporación de las TICs en el aula con los alumnos y los colegios, y no mucho de lo que ocurre en las aulas universitarias. Hace poco estaba realizando unas encuestas sobre el uso de las tecnologías y un profesor afirmaba que el conocimiento que yo podría tener sobre ellas se relacionaba con mi juventud y porque vengo recién saliendo de la universidad. Su comentario apuntaba a que los estudiantes universitarios de pedagogía sabían más del uso de las tecnologías puesto que venían con las novedades en cuanto al tema se refiere, además se producía una retroalimentación con el profesor del colegio a patir de el compartir las mutuas experiencias. Yo le respondí que lamentablememte esto no se daba en todos los casos. En otras palabras, los profesores recién egresados y los practicantes no saben mucho de nuevas tecnologías necesariamente, es más, su conocimiento puede ser similar al del profesor que ya está en el sistema educativo. ¿A qué se debe esto? Pincipalmente a las mallas curriculares y a los programas de las carreras. Los estudiantes universitarios no se actualizan porque sus programas de estudio no incoporan las TICs, las asignaturas de informática no alcanzan a tratar todas las herramientas necesarias y no hay espacios pertinentes para su uso y aprendizaje. Es muy limitado, incluso, entre otras asignaturas de su disciplina. Esto sucede porque se le da mucha más preponderancia a las competencias básicas y a las asignaturas que conforman el tronco o base de sus conocimientos en la disciplina. Y no se dan los espacios y tiempos a la innovación: bien, porque no existen las condiciones físicas para ello, o bien, porque no alcanza el tiempo para tratarlo.

No es de mucha utilidad proponer el uso de las NTICs en los planes y programas de estudios o sólo ir capacitando sobre la marcha a los profesores que hay en los colegios; sino también preparar a los futuros profesores. Ellos deben ser ya competentes y aprender a ser superusuarios durante sus estudios, de forma que al llegar al mercado laboral o a su quehacer pedagógico en el colegio ya hayan adquirdo la mayoría de las competencias en el uso de tecnologías. Para ello es sumamente importante que se compartan las experiencias de practicantes y profesores. Es necesaria, también, una inquietud y curiosidad personal por mejorar y aprender estos aspectos: compartir, navegar, descubrir e investigar. No obstante, no se puede dejar todo esto en la curiosidad individual de cada estudiante. Puedo dar un ejemplo de mi propia experiencia: así mientras yo he creado un blog, y elaboro videos a mis alumnos; tengo compañeros que no saben que es un wiki o la utilidad de Hot Potatoes; y salvo que ellos averiguen personalmente -porque no necesariamente se los comunique un profesor en su carrera- no adquirirán este nuevo contenido.

Se dan casos en los cuales se tratan las TICs pero sólo con usos básicos de las herramientas o el trato de algunas llegan fuera de tiempo: cómo usar Power Point, cuando puedo usar movie maker. Crear un texto cuando puedo tener un espacio propio en internet. Pero, más vale tarde que nunca.

Por ello, es necesario compartir las experiencias de tecnología no sólo entre profesores, sino entre los futuros profesores que llegarán. Así es como estoy muy satisfecha con una propuesta de mi universidad (aunque algo tardía, llegó) de realizar un Simposio de NTICs, organizado por la facultad para compartir experiencias entre egresados con sus trabajos en el aula, profesores de la universidad y de otras instituciones y los alumnos de los demás años. Eso, no obstante, será sólo un primer paso. Puesto que allí sólo se alcanzará a ver la punta del iceberg, queda más hacia el fondo.

TOMADO DE: http://www.eduteka.org/PorQueTIC.php